Dos meses terribles!

Son dos meses, ya dos meses. Dos meses en que mi vida se convirtió en un verdadero infierno. Hace dos meses tuve una pelea familiar y me habia ido a vivir a la casa de mi novio con su familia. Lo que no me había dado cuenta es que lo bueno que habia y hay en mi casa es que podía escapar de la comida, podía ayunar, en cambio, en la casa de mi novio, no. Trataba de buscar trabajo, dejar la mitad de la comida del plato, y juro por Dios que con solo pensar y ver que se la pasaban comiendo me mareaba, perdía la razón, la concentracion para entender cosas, estaba perdida. No veía la hora de irme de allí lo mas pronto posible. Me sentía mal, porque no tenía ninguna báscula cerca o a mano, no tenía monedas para las básculas de las farmacias, no tenía una plaza cerca para ir a caminar, pero si tenía un gimnasio el cual no tenía dinero para pagar. Me sentía dentro de un gran caos, estaba más histeríca que lo normal hasta que llegué al punto de mentir una noche, decir que me dolía la cabeza y me fui a dormir sin comer. "Que no se enoje con la comida" decía el padre de mi novio, JA! Por supuesto que me voy a enojar con la comida, ella es la que me tiene así, pensaba, yo no tengo la culpa de que ellos estén acostumbrados a comer como animales, hagan ruidos. Me daba tanto asco que a veces pensaba que iba a vomitar ahí mismo, en la mesa. Solo tuve el atrevimiento de ir con Mia, si no me equivoco, tres veces, tres, en dos meses casi. Llegué hasta soñar con Ana y Mia. Lloraba por conseguir algún diurético, algún laxante, alguna pastilla para adelgazar, hasta que le rogué a mi novio y por fín me compró el laxante, se vé que me los compró porque ya no me aguantaba que le insistiera tanto. Al principio no me animaba a tomarlas, sentía miedo. Cuando las cosas en mi casa se arreglaron decidí volver porque ya no soportaba la vida que llevaba, la de comer, comer y comer. A veces comía y no lo podía controlar. Al segundo día de estar en casa, sentí que dos manos me agarraron de cada brazo mio, sentí que eran ellas, sin tener control de mi, sin pensarlo, agarré la cajita del laxante, saqué una pastilla y la tomé, desde ese viernes al martes, había bajado casi 1 kilo, estaba feliz, pero todo se cayó de nuevo cuando fui a pasar Semana Santa en casa de mi novio. Había dicho que había ido al nutricionista, que me había dado para hacer una dieta unicamente de manzanas y cómo ya se imaginaran, los reyes comelones, no me hicieron caso y aumenté ese kilo que habia bajado. Sentía por dentro una furia terrible. Espero no volver, quizas, por dos meses, necesito llegar a mis metas, Dios, y lo peor de todo es que se acerca mi cumpleaños, quiero ayunar hasta ese día, así ese día no sentiré tanta culpa! Gracias princesas por tomarse el tiempo de leer y si estuve ausente todo este tiempo, fue precisamente por este calvario! Gracias a todas!